Ojos
Me miré con otros ojos, me vi pasar
envolver el viento en un botón.
Me vi pasar con un saco de lona
vacío de rastros y huellas.
Las marcas de las yemas
se habían borrado. Y me ví pasar.
Un cuerpo, un rumor, un silencio.
Me vi rodeada de albores silentes
de ágata cristalizada en un tronco
felino. Acaricié el amor como archipiélago
de piel. Me desvanecí en el vértigo del espejo.
El olor a canela, clavo de olor, y cáscara de naranja
hizo de la tarde felina un puente de espera.
[hr]
La diosa de la fortuna me ha señalado de frente.
Es la voz sonora de un pájaro mudo. Es Perséfone.
Vuelve para verme el rostro vacío de máscaras. El vaho
de la piedra enmudece el solisticio. Soy yo
mirándome nacer entre el capullo invisible. Soy yo, venado
de la noche. Adornada de jades, esculpidos con fuego
y leña. Doce silbidos presagian toda una aurora
en la hoja profunda de una higuera.